El Festival de Izmir (Esmirna) se celebró entre el 10 y el 21 de marzo. Un festival muuuy grande. Había muchísimas compañías, 31 exactamente. Entre estas destacaban Jordi Bertran, Stephen Morttram, Victor Antonov, Taiwan Puppet Theatre Company, además había compañías de teatro de Bulgaria, de Rusia, de Armenia, de Alemania, de Japón, de Bélgica....un festival muy internacional! Y entre ellos, nosotros, búlgara y serbio de España :)
No voy a hablar nada de la organización, porque no es el punto fuerte de los turcos en general. Pero sí que voy a hablar del enorme corazón que tenía toda la gente voluntaria que trabajaba en los dos festivales. Ponía cuerpo y alma para que todos nosotros nos sintiésemos como en casa. Y así fue! Como en casa... En las fotos que hemos publicado se puede ver el ambiente que había. Tanta alegría te hace olvidar de todos los problemas posibles e imposibles.
Del segundo festival, el de Luleburgaz, no se puede ver nada en Internet, porque su página está en construcción. La cuidad es pequeña y no es nada excepcional, no hay monumentos históricos, no hay una naturaleza impactante, pero hay una gente maravillosa. Y el nivel del festival para una cuidad tan pequeña es igual de excepcional. Todos los grupos que estaban tenían algo que enseñar.
Lo más inolvidable de este festival serán las cenas! Cada cena se convertía en una reunión de amigos, haciéndonos olvidar de los problemas de organización. Porque al fin y al cabo la gente es lo que importa.
"No problem!" es la frase que más escuchábamos en Turquía. Luego siempre aparecía algún problema! Grave, diríamos nosotros. Pero no sé cómo hacían, que este problema ya no era un problema. No es que solucionaba, simplemente cambiaban el punto de vista! Y ya nadie lo veía como un problema, el público menos!!! Sufríamos mucho, pero luego disfrutábamos mucho más riéndose junto con ellos de todos nosotros y de la situación.
Mirad las fotos, ahí está toda la emoción! Toda esta amistad que surgió de esta frase tan emblemática "No Problem!"
Turquía es un país que tiene una gente maravillosa, que nos hizo olvidar todos los perjuicios que teníamos relacionados con nuestra historia. Y me alegro muchísimo de que fue así. Ahora somos algo menos nacionales y mucho más internacionales. ¿Es posible que una marioneta tenga tanto poder? Sí.